¿Por qué los neumáticos de MotoGP parecen magia?
Las motos de MotoGP son auténticas máquinas de precisión, donde cada detalle cuenta. Pero uno de los aspectos más desconocidos para muchos aficionados es el papel de los neumáticos de calentamiento rápido. ¿Sabías que un neumático de MotoGP puede alcanzar más de 100°C en solo unos minutos? Por este motivo hay una diferencia muy grande entre los neumaticos de calle y los de competición y esto pasa en la mayor parte de disciplinas del motorsport.
La clave está en los compuestos y las mantas térmicas
A diferencia de las motos convencionales, los prototipos de MotoGP utilizan neumáticos con compuestos específicos, diseñados para ofrecer máxima adherencia cuando alcanzan temperaturas óptimas. Pero el verdadero truco está en las mantas térmicas, que mantienen los neumáticos calientes antes de salir a pista, evitando que los pilotos sufran falta de agarre en los primeros giros.
Los datos clave:
- La temperatura ideal de un neumático de MotoGP ronda los 90-110°C.
- Sin el calentamiento previo, los neumáticos tardarían varias vueltas en alcanzar su rendimiento óptimo, poniendo en riesgo al piloto.
- Cada equipo ajusta la temperatura según el circuito y las condiciones meteorológicas.
Cuando los neumáticos fríos arruinan una carrera
Un claro ejemplo de lo vitales que son estos neumáticos ocurrió en el Gran Premio de España de 2020, cuando Maverick Viñales sufrió problemas de agarre tras un reinicio de carrera. Al no haber tiempo suficiente para calentar correctamente sus neumáticos, perdió posiciones y no pudo luchar por la victoria.
Innovación constante en el desarrollo de neumáticos
Los fabricantes como Michelin, proveedor oficial de MotoGP, trabajan cada temporada en compuestos más eficientes. El objetivo es garantizar máximo agarre sin comprometer la durabilidad, algo que en una categoría tan exigente puede marcar la diferencia entre ganar o quedarse fuera del podio.