Sudáfrica reafirma su intención de albergar un Gran Premio de Fórmula 1, según declaró el ministro de Deporte, Arte y Cultura, Gayton McKenzie, en una entrevista con SuperSport. El circuito de Kyalami, pieza clave de esta candidatura, ya ha recibido el visto bueno de la FIA para las actualizaciones necesarias para alcanzar la homologación Grado 1, requisito esencial para acoger una carrera de F1.
El anuncio de McKenzie llega justo después de que Ruanda formalizara su candidatura durante el Consejo Mundial de la FIA en Kigali. Tanto el presidente de la FIA, Ben Sulayem, como el CEO de la F1, Stefano Domenicali, han manifestado su interés en el regreso de la F1 al continente africano. Aunque las conversaciones con Kyalami llevan años, nunca se ha llegado a un acuerdo definitivo, pero McKenzie asegura que el retorno de la categoría reina es una prioridad para su mandato.
Con una rica tradición en el automovilismo, Sudáfrica fue sede de Grandes Premios de F1 entre 1962 y 1985, primero en East London y luego en Kyalami, con breves regresos en 1992 y 1993. Además, el país fue escenario del Campeonato Sudafricano de F1 y de hazañas de pilotos destacados como Jody Scheckter, campeón del mundo en 1979 con Ferrari, y figuras como Tony Maggs y Desire Wilson.
El circuito de Kyalami, salvado de la demolición en 2014 por Porsche, está siendo renovado por sus actuales directores, Toby y Willie Venter, quienes han contratado a la empresa Apex para adecuarlo a las exigencias de la F1. Según McKenzie, la intención es que Kyalami esté listo para albergar un Gran Premio en 2027, un objetivo que incluiría la integración del calendario en el verano austral, como se hacía históricamente.
Sudáfrica no solo busca retomar un espacio en el calendario, sino reivindicar su posición histórica en el automovilismo, marcada por hitos como la primera publicidad en un GP y el escenario de la famosa huelga de pilotos en 1982. Sin embargo, competirá con Ruanda y deberá superar los retos de financiamiento y organización para asegurar que la F1 regrese a su territorio después de más de tres décadas de ausencia.